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domingo, 25 de abril de 2021

Conservación de Alimentos mediante Pulsos Eléctricos de Alto Voltaje

Pulsos eléctricos de alto voltaje


La aplicación de pulsos eléctricos de alto voltaje en alimentos


Es una prometedora tecnología para la  conservación de alimentos sin empleo del calor. El tratamiento térmico tradicional inactiva bacterias y otros microorganismos patógenos, pero tiene como consecuencia la degradación de las características organolépticas y nutritivas del alimento. Sin embargo, la aplicación de pulsos eléctricos a temperatura ambiente  no altera la calidad fisicoquímica del alimento.

La inactivación de los microorganismos que alteran  los alimentos se logra sometiendo  a estos últimos a la acción de campos eléctricos intensos durante cortos tiempos (del orden de  ms). El tratamiento puede tener lugar en cámaras estáticas o de flujo continuo con dos electrodos paralelos sujetos con un material aislante.

La  inactivación microbiana se produce por un daño sobre la membrana celular  dependiendo de la intensidad del campo eléctrico, del tiempo de tratamiento y de la naturaleza del microorganismo.

La aplicación de campos eléctricos sobre suspensiones celulares se estudió en décadas pasadas, observándose la creación de una diferencia de potencial a través de la membrana, acompañada por un rápido  incremento en la conductividad  y la permeabilidad de esta.

Los resultados preliminares sobre la inactivación de microorganismos provocada por la aplicación de pulsos eléctricos y el escaso calor desprendido durante el proceso, hace pensar en el desarrollo de esta tecnología  de conservación de alimentos como alternativa  al tratamiento térmico.

La aplicación de campos eléctricos de hasta 25 kV/cm durante tiempos cortos (del orden de  ms) se demostró que producía una inactivación superior al 99.9% (Sale y Hamilton, 1967), además aplicaron  campos eléctricos  de hasta 25 kV/cm  en pulsos desde  2 a 20  ms sobre suspensiones  de los microorganismos. La inactivación de la población bacteriana  dependía de la  intensidad del pulso eléctrico y del tiempo del tratamiento, además describieron la inactivación de las células bacterianas, como una ruptura de protoplastos acompañada de la salida del líquido intracelular.

El efecto de la aplicación de pulsos eléctricos sobre la membrana celular  viene dado por la teoría del potencial (Schwan, 1977, citado por  Hulsheger et al., 1983). Esta teoría supone que el potencial inducido a través de la membrana depende del tamaño  de la célula. Para células esféricas rodeadas por membranas no conductoras, el potencial inducido viene dado por la expresión:

Vm = f.a.Ec,   donde:        Vm = potencial inducido en la membrana

                                       a = Radio celular   f = Factor de forma y  Ec = potencial externo.

Zimmermann et al(1974) obtuvieron la ecuación matemática para el cálculo del potencial de membrana en partículas no esféricas. Suponiendo que las células tienen forma de cilindro con un hemisferio a cada lado, el factor de forma se obtiene según:

F = L/(L – 0,33 d)            donde:   L = Longitud de partícula y        d = diámetro

Cuando el potencial de la membrana bacteriana alcanza el valor de 1 V se abren los poros que permanecen abiertos después de retirado el  potencial. De ello se deduce que dicho potencial es crítico para la inactivación de las bacterias, sin embargo, las bacterias y levaduras no presentan el mismo comportamiento ante la inactivación celular por campos eléctricos.

Los cationes divalentes como el Ca ++ y Mg ++ juegan un importante papel en la integridad de las membranas bacterianas (Asbell y Eagon, 1966, citado por Hulsheger et al., 1981) y su presencia en suspensiones a tratar protege las membranas celulares durante el tratamiento eléctrico.

La inactivación microbiana por aplicación de pulsos eléctricos depende inicialmente de las propiedades intrínsecas de la célula microbiana tales como resistencia eléctrica y potencial de membrana.

Mecanismos de ruptura de la membrana celular

Ruptura dieléctrica. - La fuerte polarización de las células viables producida por un campo eléctrico eterno lleva a un incremento de la conductividad y la permeabilidad de la membrana y el grado de permeabilidad depende de la intensidad y duración del campo aplicado (Coster, 1965)

Numerosas investigaciones indican que la ruptura dieléctrica produce inestabilidad local en la membrana debida a la comprensión  electromecánica y a la tensión de campo eléctrico inducida, dando lugar a la formación de poros.

La bicapa de la membrana celular es un material dieléctrico con una constante dieléctrica pequeña (K=2) comparada con el agua (K=80). La aplicación de campos eléctricos produce un incremento del potencial a través de la membrana. Como resultado, se acumulan cargas opuestas en ambos lados de la membrana  que se atraen entre sí. Esta atracción da lugar a una compresión que reduce el espesor de la membrana. Las fuerzas elásticas o viscoelásticas restauradoras se oponen a la electrocompresión. Cuando las fuerzas compresivas actúan más rápidamente, con disminución del espesor de membrana, que las fuerzas elásticas restauradoras, se produce una rotura  local de la membrana. Esto ocurre al aplicar un campo eléctrico externo de intensidad  2 – 20 kV/cm (Zimmermann, 1986).

Electroporación. - La  electroporación es el fenómeno según el cual, una célula expuesta a un campo eléctrico de alto voltaje sufre una desestabilización temporal  de la bicapa lipídica y las proteínas de su membrana (Chang et al., 1992). La consecuencia es la formación de poros en la membrana, por lo que ésta queda parcial o totalmente dañada.

En la membrana celular hay canales proteicos, poros y burbujas. La apertura y el cierre de muchos canales proteicos depende del potencial eléctrico a través de la membrana. El potencial umbral  para la formación de canales está alrededor  de 50mV. Este potencial es más pequeño que la capacidad dieléctrica de la bicapa lipídica. Por ello cuando se aplican pulsos eléctricos  de 150 – 500 mV, muchos canales proteicos sensibles al voltaje se abrirán  antes de que el potencial eléctrico a través de la membrana alcance el potencial de ruptura  de la bicapa  lipídica. Los canales proteicos una vez abiertos pueden experimentar corrientes mucho más grandes de las que pueden resistir. Como resultado, las proteínas constituyentes de los canales pueden desnaturalizarse irreversiblemente por el efecto Joule o por modificación eléctrica de los  grupos funcionales (Tsong, 1991).

Las bicapas de lípidos son sensibles a la aplicación de pulsos eléctricos  debido a las cargas eléctricas de las moléculas lipídicas y a la permeabilidad de la bicapa de los iones. Las cargas eléctricas pueden inducir a la orientación de las moléculas  de lípidos  bajo un campo eléctrico intenso, formando poros hidrofílicos  y dañando a la bicapa que sirve de barrera frente a los iones. Los iones conducen corriente generando así un calentamiento Joule local e induciendo a un gradiente térmico en la bicapa lipídica. De ese modo, la electroporación en la membrana celular puede tener lugar tanto en los canales proteicos como en las bicapas lipídicas. (Tsong, 1991).

Aplicación de campos eléctricos en la elaboración de alimentos

Fetterman (1928) usó la conductividad  eléctrica para inactivar Tubercle bacilli y E. Coli en leche. Getchell (1935) pasterizó este alimento a 71ºC durante 15 segundos mediante el paso de corriente alterna a 220 V y un enfriamiento posterior. Tracy (1932) pasó corriente alterna de 120 V y 60 Hz durante 60 segundos a través de suspensiones de Saccharomyces ellipsoideus en jugo de uva a la temperatura no letal de 42ºC y se inactivó el 96% de las células viables. Ello indica que la acción letal sobre las células de levadura se ha debido al paso de la corriente eléctrica, con independencia de la temperatura. El tratamiento eléctrico del jugo de uva durante 30 minutos no restó nutrientes a las levaduras, ni los gases desprendidos por la electrolisis fueron tóxicos para ellas.

Moses (1938) estimó que, entre 1928 y 1938, al menos 200 millones de litros de leche se consumieron pasterizados eléctricamente sin efectos perjudiciales  para la salud de los consumidores. sin embargo, este sistema de  pasterización dejó de utilizarse sin ninguna  razón aparente. Dunn y Pearlman (1987) patentaron para Maxwell Laboratories, Inc., San Diego, California, U.S.A., un equipo para la conservación de fluidos alimenticios  tratados con pulsos eléctricos entre  12 y 25 kV/cm durante 1 – 100  ms a 63-75ºC. Así se alarga la vida útil de los mismos y, más aún, si se enfrían rápidamente y se mantienen en refrigeración.

La aplicación de pulsos eléctricos a los alimentos en escala industrial requiere del conocimiento de la intensidad de campo eléctrico efectiva para la inactivación de microorganismos. El mejoramiento de campo en el electrodo, el fenómeno de ruptura dieléctrica y las propiedades eléctricas y dieléctricas del alimento.

Conclusiones:

Se puede conseguir la inactivación de la células microbianas mediante la aplicación de pulsos eléctricos de alto voltaje durante tiempos cortos, ya que estos rompen la continuidad de las membranas celulares de bacterias y levaduras.

El desarrollo de la tecnología para la aplicación  de pulsos eléctricos en la conservación de alimentos es un reto para los ingenieros eléctricos y de alimentos. Sus parámetros críticos son la intensidad de campo eléctrico, el tiempo de tratamiento y el grado de inactivación buscado para microorganismos particulares.

Bibliografía

  •    COSTER, H. G. L. 1965. A quantitative analysis of the voltage-current relationships of fixed charge membranes and the associated property of punch-through. Biophys. J. 5.
  •   CHANG, D.C. SAUNDERS, J.A. CHASSY, B.M. y SOWERS, A.E. 1992. Overview of electroporation and electrofusion. Guide to electroporation and electrofusionSan  Diego, California.
  •     DUNN, J. E.  y PEARLMAN, J. S. 1987. Methods and apparatus for extending the shelf life of fluid food products. U.S. Patent. 4695472.
  •     FETTERMAN, J. C. 1928. The electrical conductivity method of processing milk. Agric. Eng. 9.
  •     GETCHELL, B. E. 1935. Electric pasteurization of milk. Agric. Eng. 10.
  •    HULSHEGER, H.,POTTEL,J. y NIEMANN, E. G. 1983. Electric field effects on bacteria and  yeast cells. Radiat.  Environ. Biophys. 22.
  •    HULSHEGER, H., POTTEL, J. Y NIEMANN, e. G. 1981. Killing of bacteria whith electric pulses  of high field strength. Radiat. Environ. Biophys. 20.
  •     MOSES, D. 1938. Electric pasteurization of milk. Agric. Eng. 19.
  •   SALE, A. J. H. y HAMILTON, W.A. 1967. Effect of high electric fields on microorganisms. I. Killing of bacteria and  yeast. Biochim. Biophys. Acta, 148.
  •    TSONG, T. Y. 1991. Minireview. Electroporation of cell membranes. Biophys J. 60.
  •    TRACY, R. L. Jr. 1932. Lethal effect of alternating current on yeast cells. J. Bact. 24.
  •  ZIMMERMAN. U. 1986. Electrical breakdown, electropermeabilization and electrofusion. Bioch.  Pharma.105.
  •  https://www.interempresas.net/Alimentaria/Articulos/320670-Alimentos-pasteurizados-mediante-pulsos-electricos.html

 

 

 

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domingo, 18 de abril de 2021

Las grasas son mejores que los carbohidratos

Las grasas son mejores que los carbohidratos


Los carbohidratos en exceso aumenta el riesgo de muerte prematura

Constituyen la principal y más barata fuente de energía en la alimentación de la mayoría de los pueblos del mundo. Algunos investigadores actualmente han señalado una relación entre las enfermedades cardiovasculares y el consumo de carbohidratos especialmente en los países industrializados, de tal manera que se evidencia el aumento de diabetes, obesidad y colelitiasis (comúnmente conocida como cálculos biliares o litiasis biliar ) en las poblaciones con un mayor consumo de azúcar y harinas refinadas.

Una nueva investigación que fue realizada en 18 países sugiere que no es la grasa de la dieta lo que aumenta el riesgo de muerte prematura, sino que los carbohidratos en exceso, especialmente los refinados confirma lo que se sospechaba. Además, el estudio indico que el consumo de frutas, verduras y legumbres podrían reducir el riesgo de morir prematuramente.

En este estudio, se hizo participar a 135,000 personas, de 35 a 70 años, de 18 países de todo el mundo, se tomó en cuenta información detallada sobre su estatus socio económico, estilo de vida, historial médico y salud actual. También completaron un cuestionario sobre su dieta regular, el cual sirvió para calcular sus calorías diarias a partir de las grasas, los carbohidratos y las proteínas. Con esos datos se siguió entonces la salud de los participantes durante un promedio de siete años, con visitas de seguimiento al menos cada tres años.

Los investigadores encontraron que las dietas ricas en carbohidratos eran comunes: más de la mitad de las personas derivaban un 70 por ciento de sus calorías diarias de los carbohidratos.

Las personas con una ingesta alta de grasa (más o menos un 35 por ciento de la dieta diaria) tenían un riesgo de muerte prematura un 23 por ciento más bajo, y un riesgo de accidente cerebrovascular un 18 por ciento más bajo, frente a las personas que menos grasa comían, señaló la autora líder, Mahshid Dehghan, investigadora en el Instituto de Investigación sobre la Salud de la Población de la Universidad de McMaster, en Ontario.

Las dietas ricas en carbohidratos (que contenían en promedio un 77 por ciento de carbohidratos) se asociaron con un aumento del 28 por ciento en el riesgo de muerte, frente a las dietas bajas en carbohidratos, señaló Dehghan.

"El estudio mostró que al contrario de lo que popularmente se cree, un mayor consumo de grasas en la dieta se asocia con un riesgo más bajo de morir" y  que las dietas ricas en carbohidratos se han vinculado con aumentos tanto en el colesterol en la sangre como en los componentes químicos del colesterol, aclaró Dehghan. El estudio concluyo indicando que “La ingesta elevada de carbohidratos se asoció con un mayor riesgo de mortalidad total, mientras que la grasa total y los tipos individuales de grasa se relacionaron con una menor mortalidad total. La grasa total y los tipos de grasa no se asociaron con enfermedad cardiovascular, infarto de miocardio o mortalidad por enfermedades cardiovasculares, mientras que la grasa saturada tuvo una asociación inversa con el accidente cerebrovascular. Las pautas dietéticas globales deben reconsiderarse a la luz de estos hallazgos.”

Es sabido que las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable, y un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres. 

Un informe de la OMS y la FAO publicado recientemente recomienda como objetivo poblacional la ingesta de un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras (excluidas las patatas y otros tubérculos feculentos) para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad, así como para prevenir y mitigar varias carencias de micronutrientes, sobre todo en los países menos desarrollados.

Sin embargo teniendo en cuenta lo que se considera como una dieta equilibrada hay algunas observaciones que decir. Por ejemplo, el tipo de carbohidrato que se ingiere, también las cuestionadas grasas trans que han demostrado sus efectos negativos en la salud cardiovascular, lo que podría cuestionar este estudio.

Actualmente en términos energéticos, el perfil calórico es uno de los índices de calidad de la dieta más utilizados y se define como el aporte calórico de macronutrientes (proteínas, lípidos e hidratos carbono) y alcohol (si se consume) a la energía total de la dieta. Se expresa como porcentaje. Se recomienda que:

• Los lípidos, menos del 30-35%; 

• Los hidratos de carbono, al menos el 50-60% restante, siendo mayoritariamente hidratos de carbono complejos. Los mono y disacáridos (excepto los de lácteos, frutas y verduras) no deben aportar más del 10% de la energía total. 

• Si existe consumo de alcohol, su aporte calórico no debe superar el 10% de las calorías totales.

• Las proteínas aporten entre un 10 y un 15% de las calorías totales; 

Los investigadores también anotaron que una ingesta muy baja de grasas saturadas (de menos del 3 por ciento de la dieta diaria) se asoció con un riesgo más alto de muerte en el estudio, en comparación con las dietas que contenían hasta un 13 por ciento diario.

claudiosacha@hotmail.com

 Bibliografía


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Cáncer de colon en ratones y el CMC utilizado en alimentos

Cancer en ratones y CMC en alimentos

CMC y Cáncer de colon en ratones

Un emulsionante, es una sustancia que ayuda en la mezcla de dos sustancias que normalmente son poco miscibles o difíciles de mezclar. Además, los emulsionantes son tensioactivos, conformados con dos estructuras una con afinidad a los lípidos (lipófila) y otra con afinidad por el agua (hidrofílica), que puede establecerse en torno a las capas límite entre los componentes acuosos como aceitosos

La carboximetilcelulosa o carmelosa es un compuesto orgánico, derivado de la celulosa, compuesto por grupos carboximetil, enlazados a algunos grupos hidroxilo, presente en polímeros de la glucopiranosa. A menudo se utiliza como sal, es decir, como carboximetilcelulosa de sodio, también llamada carmelosa sódica, que se utiliza como medicamento para el alivio de los síntomas de la irritación y la sequedad ocular.

Es similar a la celulosa, pero a diferencia de ella, es soluble en agua; se disuelve en azúcares (sacarosa, fructosa). Es sintetizado por medio de la reacción entre la celulosa con ácido cloroacético.

La carboximetilcelulosa sódica (goma de celulosa) según el Sistema Internacional de Numeración de los aditivos alimentarios esta con el número SIN 466. (El SIN tiene por objeto servir como sistema de identificación de los aditivos alimentarios de uso aprobado en uno o más países miembros. No supone una aprobación toxicológica por el Codex sino que es un medio para identificar los aditivos alimentarios empleados en el mundo; contiene un número de aditivos mucho mayor que el de los que han recibido hasta ahora el visto bueno del Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA).

Además de su uso en diferentes campos de la industria, La CMC es utilizada en alimentos como agente auxiliar en el batido de helados, cremas y natas, como auxiliar para formar geles en gelatinas y pudines, como espesante en aderezos y rellenos, como agente suspensor en jugos de frutas, como coloide protector en emulsiones y mayonesas, como agente protector para cubrir la superficie de las frutas y estabilizador en productos listos para hornear. Debido a que la CMC no es metabolizada por el cuerpo humano ha sido aprobada su utilización en los alimentos bajos en calorías.

Los dos emulsionantes estudiados son el polisorbato 80 y la carboximetilcelulosa.

El estudio indica que el cáncer de colon es la causa principal de muertes relacionadas con el cáncer en todo el mundo e indica que los microbios intestinales influyen en este tipo de neoplasia. Una de las características de este tipo de cáncer es una microbiota intestinal alterada, aunque el estudio indica que aún es necesario más investigaciones alertan lo que les sucede a los animales en el laboratorio. (FUENTE: Georgia State University, news release, Nov. 7, 2016).

Además de otros lácteos. En cuanto al polisorbato 80 muy utilizado en las formulaciones de helados y se tratará posteriormente.

Leche evaporada Laive Vitaminada. Leche entera evaporada esterilizada con maltodextrina y grasa vegetal: Leche entera, sólidos lácteos, aceites vegetales (palma y soya), maltodextrina, azúcar, emulsificante (lecitina de soya), reguladores de acidez (SIN 339 y SIN 452), estabilizantes (SIN 460i, SIN 466 y SIN 407), vitaminas (A, C y D) y colorante (SIN 160b(ii)).

Sin embargo, según los resultados de un estudio que aparece en la edición del 7 de noviembre de la revista Cancer Research. Este aditivo de los alimentos procesados se vincula con el cáncer de colon en ratones ya que este producto podría cambiar las bacterias intestinales y fomentar la inflamación.

En las diferentes marcas de leche evaporada que se comercializan en la actualidad podemos encontrar la carboximetilcelulosa como estabilizante SIN 466, como, por ejemplo:

Leche Chocolatada Laive. Leche entera, azúcar, cacao en polvo, estabilizantes (E-460, E-466, E-407), sal, sabor chocolate, fosfatos (E-339i, E-452i), citrato de sodio, vainillina. 

claudiosacha@hotmail.com

 

Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Emulsionante

https://es.wikipedia.org/wiki/Carboximetilcelulosa

ftp://ftp.fao.org/codex/meetings/CCFAC/CCFAC32/INS_s.pdf

https://www.quiminet.com/articulos/las-diversas-aplicaciones-de-la-carboximetilcelulosa-cmc-16089.htm

https://www.sciencedaily.com/releases/2016/11/161107110639.htm

http://rpp.pe/peru/actualidad/estos-son-los-ingredientes-de-los-productos-que-se-venden-como-leche-noticia-1055867

 

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